Hay cosas en la vida que nunca se olvidan, y quedaran como una marca o un sello en tu corazón como la oración de aquella madre que oraba a las cuatro de la mañana diariamente derramando su alma encomendando a Dios el futuro de sus hijos
¡SEÑOR NO PUEDO CUIDARLOS POR DONDE ELLOS CAMINAN PERO LOS ENTREGO EN TUS MANOS¡
Los pueblerinos que iban a la ordeña escuchaban el soyoso, y se decían uno al otro ¡oh, cuanto sufre esa mujer ¡ Pero su oración trascendió afectando a hijos y sus generaciones, porque hasta los no nacidos traen consigo ministerios, cada lagrima que cayó en tierra produjo fruto y ahora toda la familia esta envuelta en ministerios ¡ooh! sobrinos míos y hermanos míos no podrán escapar, no traten de huir porque en cualquier lugar que se encuentren y en cualquier estatus social que estén, de ahí los recogeré para que formen un ministerio de últimos tiempos, por que aun no he terminado mis propósitos con ustedes, y todo lo que han sufrido es parte de mi entrenamiento, ¡ha! pero ya no escasearan, vivirán en la abundancia, el precio ha sido pagado y por eso tengo a mis primicias aquí conmigo.
PASTOR: JULIAN LOPEZ.
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